La premisa cinematográfica de MAFI (Mapa Fílmico de un País) es simple; corresponde a la  captura audiovisual de un momento de la realidad, a partir de ciertas restricciones: el plano debe permanecer fijo, sólo debe existir sonido directo del contexto y no puede tener cortes de edición. El objetivo es generar un acto reflexivo en torno a la imagen y el punto de vista del realizador o realizadora a la hora de encuadrar cierta situación del entorno geográfico-social, invitando al espectador  a detenerse y mirar. 

Este colectivo de cineastas fue fundado en Santiago de Chile en 2011, y ha logrado llevar el desarrollo del concepto a distintos niveles, siempre con la intención de funcionar como una biblioteca fílmica del acontecer nacional. Comenzaron con extractos documentales expuestos en su plataforma digital Mafi.tv, que van desde filmar niños bañándose en agua contaminada por una termoeléctrica en Ventanas, hasta Sebastián Piñera comiéndose las uñas en plena Parada Militar. Se incluyen talleres de formación audiovisual que, con la premisa cinematográfica mencionada en un principio, ofrecen una cercanía práctica con quienes no tienen conocimientos del lenguaje audiovisual. 

Así, sus proyectos más ambiciosos han sido el estreno de dos largometrajes relacionados a momentos específicos de la historia chilena reciente: el primero es  Propaganda (2014), focalizado en la trastienda de las elecciones presidenciales de 2013, retratando la crisis de legitimidad de la clase política y la iconografía relacionada con las campañas y los partidos políticos. Todo esto, en diálogo con una ciudadanía desencantada que miraba de reojo el proceso. 

En el caso de su más reciente estreno, Dios (2019), se explora la visita del papa del año 2018 a Chile, momento en que temas como la crisis de la iglesia, el fanatismo religioso y el desinterés generalizado en torno al evento invaden sus 63 minutos de duración. Su visionado, al igual que con Propaganda,  tiene el atractivo de explorar la propuesta y recorrido de MAFI y su particular acercamiento al lenguaje documental, lo que permite conocer una forma cinematográfica única y reconocible del panorama audiovisual chileno. 

Dirigida por Josefina Buschmann, Christopher Murray e Israel Pimentel, Dios pone en pantalla distintas percepciones y miradas filmadas por más de 15 creadores y creadoras a lo largo del país, bajo el alero temático de la llegada del Papa Francisco a Chile. La suma de unidades conforma un relato que estructurado narrativamente en torno a la incomodad y morbo que el acontecimiento suscitaba. La decaída legitimidad de la Iglesia es el concepto que une distintas ideas: diferencias de culto, tradición religiosa dentro de la modernidad, conflictos internos de la Iglesia y visiones polarizadas de la agenda valórica.  

El filme grafica este contexto social a través del prisma de lo heterogéneo; cada encuadre seleccionado durante el proceso de montaje dirigido por Andrea Chignoli, trabaja la naturaleza intrínseca de MAFI: develar un momento desde diversos polos culturales e ideológicos, sin dejar de lado una postura discursiva que las/os cineastas.

Evidente es la capacidad que tiene el documental de generar progresivamente una tensión dramática a partir de estos ejes mencionados. La expectación del pueblo mapuche, el temor del gobierno, la posición evangélica o el aborto, son subtramas que siguen un desarrollo constante y muestran, siempre en forma observacional, las grandes diferencias que pueden existir en un territorio en torno a un culto religioso. Sin embargo, a veces, esta decisión es la que no permite entrar en la capacidad exploratoria y reflexiva que MAFI trabaja desde lo cinematográfico. 

En Dios se observa una necesidad de hacer patente su premisa ideológica durante todo el relato, dejando atrás el acento indagatorio de sus anteriores trabajos. De todas maneras, esto no impide encontrar elementos que ponen pausa a este fundamento y que terminan por construir un piso autoral sólido que identifica a este colectivo creativo. De cierta manera, el diálogo que existe entre lo performativo y la profesión de fe es uno de ellos, siendo elemental a lo largo de la obra. Esto se representa como una dualidad en torno a la visita papal: genera diversas instancias de expresión personal, ciudadana, comunicacional y hasta económica, pero no interfiere en espacios sociales que poco o nada tienen que ver con el catolicismo, mostrando la naturaleza multicultural de una nación.

Dios sugiere lo efímero de la llegada de Francisco a Chile en 2018, poniendo acento en el encuadre del cotidiano desinteresado.  Un universo que enfoca en primer plano el paisaje social, donde las actividades protocolares y el papamóvil están en una segunda categoría de importancia. Con todo, es interesante cómo MAFI cuestiona la coyuntura desde la disciplina cinematográfica, modificando incluso su lenguaje. Un cine que permite acercarse a lo real  -aunque sea una realidad sugerida por los autores o la porción de realidad que les interesa mostrar- desde el prisma contemplativo y colectivo. Allí, la puesta en cámara y su composición son la materia ideológica a este trabajo documental.

Puedes ver DIOS de manera online y gratuita en el siguiente link:
https://ondamedia.cl/#/player/dios

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